Saltar al contenido

Cómo proteger un smartphone del agua, el polvo y los golpes

La vida da muchas vueltas, ¿qué pasa si de la noche a la mañana te das de cuenta de que vas a tener que cambiar tu trabajo de oficina por uno a la lluvia y con riesgo de golpearte a menudo? Esto es algo que, con la situación que estamos viviendo a día de hoy, puede pasar en cualquier momento.

En ese momento que vas a pasar tu trabajo al riesgo te das cuenta de que tu smartphone es muy débil y su flamante pantalla de 5 pulgadas ya no es tan versátil como antes. Ese momento es muy cruel, a simple vista la primera solución sería dejarlo en casa y llevar otro o incluso no llevarlo pero en la mayoría de las empresas nos hace falta un teléfono.

LG Flex

En mi caso me hace falta un smartphone para consultar, en mis ratos muertos, correos, lector de feeds, etc. para que, cuando llegue a casa, no esté todo el trabajo por hacer. Por esa razón he tenido que barajar varias opciones para proteger un smartphone.

Índice

Una funda de protección extrema

Me he puesto a indagar en la red y, en MobileFun, he descubierto las fundas OtterBox. Están disponibles para la mayoría de los smartphone actuales y son una buen opción si no queremos gastar mucho dinero aunque para muchos terminales ronda los 40 euros, un precio algo elevado para una funda.

Vamos a ver si cumple, en el vídeo se puede en todo su explendor.

Lo bueno de las fundas OtterBox

  • Es muy resistente, su material es de calidad y su distribución de capas ofrece una protección muy interesante.
  • El móvil encaja a la perfección.
  • Es compatible con la batería de gran capacidad (algo que muchas fundas no consiguen).
  • Protege de forma eficaz contra golpes, caídas, ralladuras o polvo.

Lo mejorable de estas fundas

  • Yo, en una funda de protección extrema, incorporaría una tapa para proteger la pantalla de forma correcta, con una lámina de aluminio o algún material resistente. Si se te cae en un objeto punzante podría no sobrevivir.

Y es que no hay puntos malos para estas fundas pero si aspectos que se podían mejorar para alguien que necesita una protección extrema como ellos presumen. Una pegatina en la pantalla no puede ofrecer resistencia a golpes.

Se que el Galaxy S2 ya no es un móvil que esté muy de moda (a pesar de que todavía tiene potencia suficiente para asumir las últimas versiones de Android) y por eso podrían interesarte más las fundas Samsung Galaxy S5, un smartphone que está al caer.

En vez de proteger un smartphone, compramos uno resistente al agua y al polvo

Otra de mis ideas ha sido la de comprar un smartphone resistente al agua y al polvo, entre las opciones he barajado 3 realmente atractivas. Los modelos que en la actualidad sirven para este cometido son algunos de los siguientes. El Xperia Z que se muestra en la imagen también podría estar en la lista pero no me convence, no creo que se merezca este puesto porqué su protección es mucho menor.

Xperia Z lleno de agua

  • El Quechua Phone – Sin duda el más resistente pero solo está disponible en la versión 4.1 de Android y no va a ser actualizado. Su precio es de 230 euros.
  • El Samsung Galaxy S4 Active – Es la mejor opción pero su tamaño es algo grande y su precio (400 euros) , a pesar de que está bien ajustado para sus características, ahora mismo no entra dentro de mis posibilidades.
  • El Samsung Galaxy Xcover 2 – Un móvil que cumple pero que no me aporta nada nuevo, unas características similares a las de mi móvil no me van a hacer cambiar así por así. Su precio ronda los 210 euros.

Pero me he dado cuenta de que, a pesar de que vienen algo más protegidos, su pantalla sigue estando al descubierto como para llevar un buen porrazo con cualquier herramienta y quedarse en un churro. Otro de los puntos en contra es que no se incluyen en las ofertas de las operadoras por lo que es casi imposible rebajar algo su precio.

Al final me he quedado con la funda pero me he dado cuenta de que los smartphone grandes nos lo ponen más difícil a la hora de protegerlos. Antaño eran ladrillos y ahora nos hemos dado cuenta de que, en vez de ser más pequeños, los hemos convertido en azulejos portátiles.